domingo, 2 de julio de 2017

Agua salada, Charles Simmons

Ya antes de abrir el libro, simplemente leyendo el título y mirando/admirando la fotografía de la portada, nos ponemos en situación. Verano, mar, aguas cristalinas que invitan a nadar y a salir en barco, brisa marina, ese inconfundible olor a sal que lo impregna todo y que embriaga los sentidos, sol, aventura, espacios abiertos y libertad sin límites.
La lectura promete y casi que nos ponemos el bañador para zambullirnos en el texto, cuando al empezar a leer, ésta es la primera frase: "En el verano de 1963 yo me enamoré y mi padre se ahogó". Quizá no será esa refrescante y lúdica lectura veraniega que creíamos, pero la frase nos atrapa y nos hace avanzar con tiento a través de las páginas de esta novela que se irá convirtiendo en una maravillosa travesía en la que acompañaremos a un muchacho adolescente que descubre por primera vez el amor y entra en el mundo de los adultos empujado por una serie de acontecimientos cuyo desenlace, aunque anunciado desde la primera línea, no resultará menos interesante y sorprendente.

Con un estilo sencillo, sin artificios ni florituras innecesarias, Charles Simmons desarrolla en "Agua salada", publicada por errata naturae, la historia de un primer amor, revisionando la novela de Turguénev que se titula precisamente así, "Primer amor", pero poniéndola al día, 100 años después, situando la acción en una península norteamericana llamada Bone Point y desplegando una serie de personajes a través de los cuales, el narrador y a la vez, protagonista principal de la historia, rememora unos episodios de su adolescencia marcados por el descubrimiento del amor y poco tiempo después, la pérdida del mismo, así como la pérdida física de su padre.

Por la sencillez, franqueza y profundidad con la que Simmons se expresa, todo hace pensar que mucho debe haber de autobiográfico en esta obra pues Michael, el muchacho adolescente que desde la madurez nos narra la historia está tan afinadamente definido y el autor controla y muestra tan certeramente cada uno de sus gestos y emociones que solo puede ser fruto de la propia experiencia.

Michael se enamora de Zina, una joven resuelta y decidida que nos evoca con sus gestos y proceder a las nínfulas a las que se refiere constantemente Nabokov en su famosa novela "Lolita". La tensión entre ambos jóvenes, ingenuo y sin dobleces Michael y seductora y apasionada Zina, irá creciendo al compás de ese paisaje marino que los envuelve.

La trama avanzará al ritmo del oleaje, más breve, más profundo, más suave o más intenso según las corrientes que se desencadenan en el océano, según las tensiones que van creciendo y relacionando a los distintos personajes que arropan y secundan a la joven pareja. La presencia física del paisaje es constante en la novela y parece influir de manera más o menos directa y evidente en el comportamiento de los protagonistas y en su actitud frente a las decisiones que toman y a los actos que realizan.

Simmons despliega su visión de lo que supone el amor desde la inexperiencia y la inocencia de un adolescente pero también nos habla a través de los demás personajes: los padres de Michael, la madre de Zina, los jóvenes amigos de Misha, Melissa o Hillyer; Henry, el galerista...A través de todos ellos, se nos plantean muchas y distintas maneras de entender y vivir la pasión amorosa, ya sea desde la seducción innata del atractivo padre de Michael, de la actitud sumisa y tradicional de su esposa, de la despreocupada y liberal Sra. Merzt, de la ingenua y poética actitud de Melissa, de la primaria espontaneidad de Hillyer, o desde la pasión homosexual de Henry...Si leemos con atención la novela, Simmons despliega tal variedad de modos y maneras de entender y vivir el amor que la historia central se ve enriquecida y bien arropada para sostener con eficacia y entender en toda su intensidad, el dramático desenlace anunciado desde el principio.

"Agua salada" es una novela planteada sin excesivas pretensiones, pero precisamente por su modestia desprende una naturalidad tan sincera y auténtica que deviene una pequeña obra maestra a la hora de narrar una historia con eficacia, equilibrada emocionalmente pero desbordante de eso que cada uno entiende a su manera, pero todos llamamos "amor".




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