Habíamos oído hablar de Saul Bellow, sabíamos que había ganado el Nobel de Literatura, pero nunca nos habíamos animado a leer nada suyo, hasta que una recomendación llegada desde diferentes amigos lectores nos puso en las manos, una de sus novelas más famosas, "Herzog", publicada por Galaxia Gutenberg.
Empezamos la lectura con cautela, sin saber con demasiada certeza con que nos íbamos a encontrar y si iba a ser de nuestro agrado.
Desde luego, para un buen lector, no hay como el feliz descubrimiento de un gran escritor y una espléndida novela. Nuestra experiencia con "Herzog" no podía haber sido más positiva.
Para empezar, cuenta con una magnífica estructura narrativa que se desarrolla en distintos niveles. Tenemos por un lado, la historia misma del protagonista al que acaba de dejar su segunda mujer y que decide emprender un viaje. Por otro, nos cuenta episodios sobre su pasado mientras, al mismo tiempo reflexiona sobre su presente y va escribiendo cartas a distintos destinatarios en las que trata los temas más diversos. La combinación de todos estos tiempos componen una estructura narrativa compleja, que recuerda a grandes maestros como Faulkner o Dos Passos, pero si en aquellos a veces un lector poco ágil tiende a perderse, con Bellow avanzamos lectura seguros y sin perder de vista ningún aspecto.
Formalmente además, la prosa de Bellow es eficiente tanto en la forma como en el fondo. Es una prosa contenida, sin florituras ni ornamentos innecesarios, pero efectiva, contundente y muy plástica en las descripciones, tanto de ambientes como personajes.
Así pues, con una estructura narrativa tremendamente eficaz y un dominio magistral del lenguaje a Bellow solo le falta narrar una historia que sea igual de consistente y que nos interese hasta la última de las más de 400 páginas que tiene "Herzog". Y lo consigue.
No solo acompañamos al protagonista a lo largo de sus experiencias vitales sino que quedamos prendados ante la galería de personajes que nos va presentado al tiempo que nos adentramos en el universo de Bellow plagado de interesantes reflexiones filosóficas, sociales, políticas y culturales.
A "Herzog" no le falta absolutamente nada. Tiene todos los ingredientes para que cualquier lector medianamente preparado, disfrute de la primera a la última página.
Sin duda, uno de los mayores descubrimientos del año.