Hoy, 30 de julio, se celebra el Día Internacional de la Amistad. Andábamos pensando en libros cuyo tema fuera precisamente el de la amistad cuando hemos recordado una novela leída hace un tiempo que vale la pena tener en cuenta. Se titula "Astrid y Veronika" y es la primera novela de la sueca Linda Olsson, publicada por la editorial Salamandra.
En su día, El "New York Times" la destacó en su suplemento de libros como una de las mejores novelas del año, la cual llegó a figurar en los primeros puestos de la lista de títulos más vendidos de dicha publicación.De momento, no tenemos constancia de que Olsson haya escrito más novelas,así que estaremos a la espera y mientras, os recomendamos que leáis, "Astrid y Veronika", una bella historia de amistad entre una treinteañera que huye de sus problemas y se esconde en un pequeño pueblecito boscoso del interior de Suecia, y una anciana que vive recluida y encerrada en su propio mundo y sus secretos del pasado. Irremediablemente su obligada situación como vecinas, las hará entrar en contacto, pero poco a poco se irá gestando una relación que se convertirá en una profunda amistad gracias a la cual, compartirán sus secretos y exorcizarán sus respectivos fantasmas.
Además del interés que de por si tiene la historia que cuenta esta novela, vale la pena destacar, por un lado, el tratamiento que la autora hace de los personajes protagonistas, bien trazados y bien resueltos, muy humanos y poco idealizados; y por otra parte, la descripción del paisaje y los quehaceres cotidianos que nos llegan nítidamente a través de la lectura. Parece que estemos también nosotros, los lectores, en el bosque sueco, respirando sus aromas, degustando sus primeras fresas, compartiendo desayunos con Astrid y Veronika y sintiendo como propios sus sentimientos y vivencias.
"El amor nos llega sin avisar, y una vez se nos entrega nunca pueden arrebatárnoslo. Debemos recordarlo. Jamás puede perderse. El amor no puede medirse. No puede contarse en años, minutos o segundos, ni en kilos o gramos. Ni puede cuantificarse de ninguna manera. Tampoco puede compararse un amor con otro. Sencillamente existe. Hasta el roce más sutil y fugaz con el amor verdadero puede bastarte durante toda una vida. Debemos recordarlo siempre."
"Astrid y Veronika", Linda Olsson, Ediciones Salamandra