domingo, 17 de junio de 2018

"Noventa pastillas", Saúl Ibáñez

"Noventa pastillas" que se tragan, se engullen, sanan, curan, evaden. Sanadoras o alucinógenas, sedantes, relajantes, estimulantes, … antes, antes: el pasado. "Noventa pastillas" que traen a la memoria un pasado que se nos va dibujando a golpes de poesía.

Poemario de recuerdos, de imágenes y sensaciones, "Noventa pastillas" de Saúl Ibáñez, publicado por Editorial Ultramarina Cartonera & Digital", se compone de noventa pinceladas, noventa poemas breves, encadenados, enlazados sin pausa, como instantáneas fotográficas eternizadas en un carrete revelado en blanco y negro, imágenes retenidas en la memoria y evocadas en el tiempo, con un regusto amargamente nostálgico pero aderezado de una cierta esperanza.

A lo largo de esta travesía poética, ni un solo verbo hasta el final. Curioso ejercicio estilístico que demuestra que no se necesitan verbos para armar la imaginación, para expresar las ensoñaciones y transformar los recuerdos en poesía. Y al final del trayecto, irrumpe ese "es" ("y todo lo recordado es/la última ofrenda/y la palabra") El verbo, la encarnación del recuerdo en el ser y la entidad. La literatura, y por extensión el arte, lo "es" todo, todo cabe y todo puede ser expresión artística. 

Saúl Ibáñez busca en su memoria y poetiza los recuerdos con un tono contenido y preciso, pero a la vez colmado de evocación y nostalgia. Se intuye, más allá de lo dicho, un cierto sentimiento de pérdida, un intento de recuperar y entender el pasado.

No hay una palabra de más, ni artificios ni más retórica que la estrictamente necesaria para cincelar estos versos que contienen vida, memoria, tiempo, amor, amistad, sexo... y que dejan entrever también esbozos de enfermedad, vejez y muerte. Hay algo turbio e impredecible entre líneas, algo que se cuela entre los versos y sugiere más que no dice. Una realidad pasada por el filtro de la literatura que le da dimensión poética a lo vivido.  

"Noventa pastillas" es un libro de poemas que se presta a ser leído una y otra vez, y a cada relectura se descubren nuevos matices, nuevas posibilidades de interpretación de una historia de amor, de desamor o tal vez de ambas cosas que busca eternizarse en la poesía: "La escritura: una cicatriz/ La deuda a ti debida en esta cuenta atrás./ Nadie para entenderlo todo" Y es verdad, no es necesario entenderlo todo para disfrutar de lo que ha sido esta maravillosa experiencia poética. 




Fotografía de Boulevard literario       





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